Son lentejas, si quieres las comes y sino las dejas.

Bueno…. Al final se consumó el peor escenario, ya no hay nada que hacer. Yo siempre he sido amiga de no quemar puentes y por esos hasta que no vi los rótulos no asumí que estaba todo perdido. Esto iba a ser simplemente un comentario mas pero repensando repensando me ha dado  para una entrada.

Las lentejas, rico plato culinario de nuestra gastronomía cargado de virtudes. Es un plato fácil de hacer, desde punto de vista nutricional es una maravilla y un plato delicioso. Se puede acompañar con multitud de ingredientes, patatitas,  cebolla , choricito etc, que enriquecen el plato.

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Incluso las lentejas por si solas pueden resultar ricas, sin embargo esto no ha evitado que alguna vez hallamos odiado las lentejas. Esto se debe a que estas nunca deben de prescindir de un ingrediente básico…. El punto exacto de sal. Unas lentejitas sin sal son muy insípidas en cambio un exceso de sal las puede hacer incomibles.

Pues Mercedes Mila es eso para Gran Hermano, el punto exacto e imprescindible de sal que convierte las lentejitas en un plato rico….

Siempre cada vez que empezaba una edición me venía a la mente una idea, de que en algún momento Mercedes lo dejaría. Los motivos que ella esgrimía como el cansancio por tantas ediciones y la necesidad de atender a su madre habían pesado en su decisión. De ser así  no hay nada que reprochar a Mercedes,  ni ella pedir perdón. En todo caso nosotr@s tenemos que darle las gracias por todos los programas que no ha brindado.

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El programa podría haber un comunicado oficialmente que los motivos del abandono no era otro que personales y familiares, por tanto todo habría quedado bien.

Sin embargo la alusión de motivos económicos por parte del programa, nos daba la pista que algo no cuadraba. La propia Mercedes en la entrevista posterior nos dio la clave. Si los motivos mencionados eran  suficientes para justificar su decisión, ella estaba dispuesta a hacer el esfuerzo de continuar, pero finalmente decidió dejarlo por una única razón.

En Telecinco no quieren a Mercedes Mila, ese es el motivo. En el nuevo modelo de televisión que nos quiere vender T5, Mercedes no encaja. ¿Cuál ese modelo? Para explicarlo brevemente lo diré con el paradigma de ese modelo, SÁLVAME, CÁMBIAME y VICEVERSOS, estos son los programas que simbolizan este modelo, programas  guionizados, preparados y de muy baja calidad televisiva.

A Gran Hermano llevan tiempo intentado aplicarle este modelo, pero GH es un programa de tele-realidad y por tanto este modelo es anti natura para este formato. Presupongo que Mercedes contraria a esto, se rebeló como gato panza arriba, pero a duras penas  pudo imponer su criterio, la cadena paga y por tanto decide. Es ahí cuando cobra sentido como en la edición GH16 noté a Mercedes bastante pasiva en cuanto al enfoque del programa y que ella manifieste en la entrevista de julio que ella habría sufrido problemas para poder afrontar  el programa.

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Cuando trabajas a gusto, (Mercedes ama el programa) te podrá  costar más o menos pero el trabajo lo haces, pero esto conflicto con las exigencias de la cadena  provocaría una situación de estrés y un mayor desgaste.

Imagino a la hora de renovar para GH 17  Mercedes plantearía el órdago que de algún modo la cadena le dejara autonomía para llevar las cosas como ella quería, a lo cual recibió un “ esto es lo que hay” . Mercedes entonces fue consciente en ese momento de que para la cadena había dejado de ser un referente imprescindible a pasar a ser un problema. Mercedes que no es tonta, pensando en sí misma, decidió dejarlo.

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Solo puedo decir a Mercedes Milá que comprendo en su decisión y el dolor que le supone haberla tomado, que no tiene que pedir perdón, en todo caso lo digo una vez más te damos las gracias por todo y espero que seas feliz.

Así es como se nos queda Gran Hermano como un plato de lentejas sin sal, pero la historia tiene una segunda parte, la elección del sustituto.  Jorge Javier Vázquez.  Después del chute de energía  y magia que fue ver a Mercedes presentar el programa, cuando  J.J. tomó el relevo la sensación que me dejo fue totalmente FRÍA, las lentejas  ya no solo no tenían sal, es que estaban totalmente frías.

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El aporte J.J fue totalmente gélido, no transmitía nada de Gran Hermano, incluso en los únicos momentos que llamaba la atención solo era para tomar a pitorreo el formato. No me sorprende la elección de J.J. él es el paladín de este modelo de televisión que T5 quiere imponer.

He sido galera desde Gran Hermano 4, todos los jueves siempre me llenaba de alegría e ilusión para ver la gala ya que a pesar de todas las maniobras que el programa hacía con el concurso, de las que tan amargamente nos hemos quejado, siempre nos quedaba esa Mercedes Milá que nos retornaba a esa magia que todavía quedaba de nuestro Gran Hermano…

 

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Pero el jueves esa Magia se esfumó…..

Ya no tengo interés por ver las galas, ni mucho menos los otros dos programas accesorios, puede que la curiosidad me empuje a intentar a ver alguna gala, pero es la primera vez que he perdido la ilusión por verlas. Menos mal que me quedáis vosotros calcetiner@s. La verdad para mí es un escenario totalmente nuevo lleno de incertidumbre y nada optimista, opino que la única esperanza que nos queda es que las audiencias hagan reflexionar a T5, sino definitivamente hemos perdido Gran Hermano.

El miércoles pasado buscando noticias que me dieran esperanza encontré una entrevista del responsable de contenidos de Telecinco, a requerimiento de si el abandono de Mercedes era definitivo o no, el individuo haciendo uso de su lenguaje, venia básicamente a contestar a la pregunta.

Aunque, las lentejas estén frías y sin sal…

Son lentejas, si quieres las comes y sino las dejas.

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Pd: Esto es solo mi opinión, todo parecido con la realidad es pura coincidencia.

 

Amedio y yo

Querido diario, hoy te voy a hablar de Amedio.

Amedio es muy guay. A mí me superencanta. Es así peludito y me gusta achucharle y darle todo mi cariño y mi amor.

Cuando le beso me hace cosquillitas en la cara. Yo las llamo las cosquillitas de la felicidad. Me encanta tocarlo y acariciarlo y meterle mano. Aunque se enfurruñe, ¿sabes? Porque yo sé que a él le gustan, a pesar de que luego me chille un poquito. Además, él también hace de las suyas, no te creas…

A veces se enfada conmigo porque no me canso de jugar con él. Pero en el fondo me quiere. Aunque si se enfada mucho, pasa de mí. ¡Oh, sí! ¡De mí! ¿Cómo se puede pasar de mí? Es que no lo entiendo, tía, ¡qué fuerte! Con esta carita que Dios me ha dado. Espera que me pongo las manos en las mejillas para que lo aprecies bien…

Pues eso. Que pasa de mí. ¡De no creer! Y yo ya no vivo, porque lo es todo para mí. Pero entonces es cuando saco mis armas secretas. Esas veces, más que nunca, intento llamar su atención: Le chincho y le hago rabiar. Pero sólo para que me mire con su carita peluda. Porque es tan mono…

Sin embargo, no suele ser fácil. Sabe hacerse el duro hasta que consigo que me diga algo. Entonces, entro en bucle y repito lo que haya llamado su atención. Y él comienza a entrar en bucle. Bueno, mejor dicho, en espiral. Pero esto es lo más guay. Yo sé entrar en bucle como un disco rayado. Pero él, no. Esto es un secreto, ¡eh! Me lo tienes que guardar.

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Como te decía, él entra en espiral. Comienza suave, pero a medida que se va repitiendo, su tono va in crescendo. Pensarás que lo saco de quicio. ¡Ah, no! Eso no. Porque yo… me limito a hacer la moviola. ¿Por dónde iba? Ah, sí, pues eso. Que entonces él empieza a cambiar su carita y sus ojos comienzan a brillar de rojo pasión. Y eso a mí, me supermotiva. Porque está muy guapo esté como esté, siempre que me mire…

Y chilla y chilla y yo soy superfeliz, tía. Porque está así por mí. ¡Sólo por mí! Y entonces me voy y lo dejo con las ganas un ratito. Para que piense en mí y me eche de menos. Ahí va otro secreto: En esos momentos yo me hago el enfadado porque sé lo que viene después. Así lo dejo una hora más o menos. Y luego, vuelvo cabizbajo como cuando se te ha roto un juguete. Y él, que es bueno, sufre por verme así.

Y me pide perdón por chillarme, y yo me hago el remolón mientras dejo que me haga carantoñas y me acaricie y se me suba a la chepa. ¡Y vuelvo a ser feliz! Y él, pues también. Porque sabe que no puede vivir sin mí. Y a mí me superemociona. Y le digo que es mi campeón. Y nos abrazamos. Y nos besamos. Y nos sobamos…

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Pero hoy estoy superdesconsolado. Parece que no me funcionan las tácticas. Lleva dos horas sin hacerme caso. ¡Dos! ¡Qué fuerte! Estoy pensando en hacerme el muerto. A ver si así me hace el boca a boca. Pero a lo mejor se piensa que estoy dormido. Y a mí… no se me ocurre otra cosa… Estoy de los nervios. Y sufro, sufro mucho. ¡No sé qué hacer!

Espera, ya sé. Voy a criticarlo delante de mis superamigas. Si consigo que ellas pasen de él y lo miren con cara de asco, seguramente él morirá por volver a mis brazos.

Y yo le diré al principio que me dé un respiro pero sin alejarme demasiado. Y él me hará gracietas e intentará hacer ver a mis superamigas que él es bueno y que no me hace nada malo. Y en cuanto mis superamigas estén a otro rollo, yo bajaré la guardia. Y así, volveré a ser superfeliz. Entre achuchones. Y él también. Porque el destino nos ha unido para siempre…

No sé. ¿Qué te parece mi idea? También se me ocurre ponerme el delantal. Nada más que el delantal. Recién salido de la ducha. Y ponerme a cocinar. Y revolotear alrededor de mi amigo. Y meter la ropa en la lavadora. Estoy seguro de que eso no lo dejará indiferente mientras desayuna. ¡Ay, no sé! ¿Tú qué piensas? ¿Debería probar la opción anterior? ¿Se te ocurre alguna otra? Respóndeme pronto porque ¡muero de pena!

Ya sé que no me puedes responder. Eres un diario. Pero, en el fondo, sé que me superentiendes.

Pues eso es todo lo que quería contarte de mi amigo Amedio. ¡Uys! Espera. No se llama Amedio. Se llama… Armario. ¡Ay, qué tonto soy! Armario es otra cosa. A ver, a ver… Amedio… Armario… Amedio salir del Armario… Ups, perdona, se me ha ido la olla un poco… ¡Ya lo tengo!… ¡Se llama *****!

¡Ya la he liado! Como se entere que he confundido su nombre ya no me ayuda más con el blog.

Fdo: El calcechino granaíno

PD: Todo parecido con la realidad es fruto de una sobredosis prolongada.

Morbo: el punto G de los jefes de Gran Hermano

La vergüenza que viene dando Gran Hermano dese hace unos años no es ni medio normal. Últimamente se me llena la boca de pedir que nos devuelvan el GH de siempre, el de casa. El nuestro.
A estas alturas de programa aun no sabemos si nos han tomado el pelo, si nos lo están tomando o si nos lo van a tomar. Vivimos con la incertidumbre de «¿y si esto es todo una mentira?».

Incluso ya fantaseamos y nos atrevemos a decir «el último día nos dicen que todo era un secreto y que GH empieza ahora». Lo decimos de broma y con la boca pequeña pero como nos mangonean tanto alguno que otro llegaréis a plantearos incluso esa posibilidad.

La mayoría somos seguidores fieles desde el primer año. Y sé que nos agarramos a un clavo ardiendo y queremos creer que todo es verdad, que todo lo que pasa en Guadalix es casualidad. Y que nada está previsto. Pero no nos engañemos. Ni nosotros los veteranos a día de hoy nos creemos esta pantomima, sabemos perfectamente que hay un alto porcentaje de que por algún lado, que exactamente no sabemos cuál es, nos la estén metiendo doblada.

Pero ninguno nos atrevemos a decir de dónde vienen esos desbarajustes. La cabeza nos quiere guiar para ver la luz y desmantelar esta broma y el corazón granhermanil te desvía para que vuelvas al redil. Cerramos los ojos y volvemos a creer ciegamente en el formato aún sabiendo que de aquel Gran Hermano que empezó hace 16 años, solo se conserva el nombre.

Últimamente no nos creemos los porcentajes nunca o casi nunca. No reímos a carcajadas de esos empates técnicos jueves tras jueves. Nos adelantamos a la jugada de los cara a cara, sabemos de qué manera nos van a engañar cada vez que hay un duelo. Las expulsiones no son democráticas, no están en manos de la audiencia desde hace unos añitos. Las expulsiones las decide la trama que en ese momento este sucediendo en la casa. Las decide el share de la noche.

Es triste, y algunos me diréis «¿y por qué sigues votando?».
Pues fácil. porque al final este programa tiene ese no sé qué que me seduce y me encandila la mente, me vuelve a ilusionar año tras año y se me olvidan los palos de la edición anterior.

Llevamos años donde por inercia nos sale decir «ganará el que ellos quieran». Joder, y está feo decirlo, está feo seguir viendo GH si pensamos así. Pero coño, es que es verdad. No es que lo impongan, pero te aleccionan con vídeos llenos de corta y pega donde cualquier cosa incoherente te la van adornar con música bonita de fondo.

¿Por qué este año no hemos presenciado las nominaciones en el confesionario como toda la vida?. Pues porque los concursantes pintan una mierda y nosotros otra. Esas nominaciones dan lugar a condicionarlos, a que salgan siempre los mismos nominados, se provocan duelos que es lo que a ellos, a los de arriba, les llena la caja.

Porque señores, bien es sabido que el morbo y la gracia estaba en ver cómo se apuñalaban a la espalda con la nominación secreta. Verles una semana entera calcular por donde le habían venido los puntos. Y mientras a ti te da morbo solo de pensarlo, los jefes pasándose la esencia y el formato de Gran Hermano por el forro de los cojones. Riéndose en nuestra cara.

¿Por qué las entrevistas no son todas con el mismo nivel de seriedad y severidad?
Porque se la pone en las narices a Mercedes Milá y lo jodido es que te lo dice y se queda tan tranquila. Ella decide a quien hay que hacerle un juicio y a quien hacerle pasar una bonita velada.

Por no hablar del daño gratuito que les hacen a los concursantes a cambio de 15 minutos de morbo en prime time. La información del exterior daña, los hace sufrir, los desestabiliza mentalmente. Y para colmo a nosotros seguidores del formato no nos gusta. ¿Por qué entonces les dan tanta? ¿Por qué la filtran?

Pues volvemos a lo mismo, porque vende más un debate donde un expulsado lanza cuchillos a su compañero, mientras este sufre, que un debate donde se vean vídeos ordenados de manera cronológica y con sentido común.

El concursante de fuera acepta hacerlo por lo que sea, porque quizás si no lo hace ese día no tiene sitio en el debate, así se las gastan. Queda como un hijo de puta de cara a su compañero hundido y los de arriba lavándose las manos y con el share bien alto. Y así cuando se reencuentran y se reprochen ese alegato ya tienen otro momento morboso y donde corra la sangre.

Aquí somos víctimas todos, nosotros y los 15 valientes que deciden meterse en esa casa. Y perdemos todos, solo hay un ganador y no es el concursante que se haga con los 300.000 porque eso comparado con lo que gana Telecinco, se queda en nada.

Pero sin duda quien más pierde con todo esto es el propio formato ese que cuatro indeseables se están cargando. Lo están haciendo trizas poco a poco hasta que ya no quede nada. Ni siquiera el nombre.

Lo que me encantaría es que por lo menos Mercedes Milá tenga la decencia de no decir «ese momento lo estaba yo viendo en directo» porque ahí es cuando siento que me toman el pelo. Hace tiempo que se nota que no ve el directo. Ella misma ha perdido el interés y únicamente se presenta los jueves a dar su función. Es más, ni improvisar sabe ya.

Y el formato cuesta abajo y sin frenos y sin nadie que lo vaya a remediar porque a veces ni los propios concursantes ponen las cartas sobre la mesa y tienen los huevos de darle un giro a esto.

Si lees el texto una de las palabras que más se repite es morbo, pues eso. Morbo es el punto G de los jefes de Gran Hermano.

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Blog del sufrido concursante

Hola, me defino como alguien a quien no le gustan las nuevas tecnologías. No me gustan los blogs, ni Twitter, ni Instagram, ni Facebook, ni Whatsapp, ni Telegram, ni nada que tenga algo que ver con la era de la información; a la que calificaría como era de la intoxicación por desinformación digitalizada, que nos convierte cada vez más en gregarios del borreguismo informatizado. Ostras pichín, qué bien me ha quedado… Tampoco veo la televisión. Ni siquiera apagada. Porque no la tengo. Ni ordenador. O eso digo… Eso sí, me declaro rocker por ser más de dejarme influir por tendencias que contagiaron a mis padres; y guardo, entre mis tesoros, un tocadiscos y varios discos de vinilo. ¡Qué narices! ¿A que soy especial? ¡Me cago en todo lo que se menea como no me deis la razón!

También tengo mi lado oscuro. Hablo chino en la intimidad. Soy amante de los selfies y gran experto en postureo. De ahí que saque partido a mi rostro imberbe, a mis ojos redondos (porque me pego los párpados superiores), y a mis pequeñas manos para vender una imagen a caballo entre Marco y Heidi. Y funciona, vaya que sí. Lo mismo inspiro ternura infinita que doy pena a raudales a partes iguales. Además, tengo unas gafas rectangulares de pasta sin cristales para compensar mi rostro redondo. ¿A que os gustaría adoptarme?

Diréis que soy incongruente… Pues no. Yo soy así…

A menudo me confunden con un mueble porque, de vez en cuando, mi pareja me embarca a traición en movidas tras prometerle que la seguiría allá adonde ella fuera. Sin embargo, no es por ello que parezca un perrito faldero que rabie y ladre, siempre sin vocalizar en exceso y por lo bajo. La verdadera razón es que siempre he estado celoso de Tito, a quien mi pareja quiere más que a mí. Sí, sigo siendo yo, a calzonazo quitado…

Tengo una debilidad, lo confieso. Los hombres. Me gusta coquetear y caigo en brazos de cualquiera que me lo ponga un poco difícil o que represente un subidón para mi autoestima. Por ello prefiero enrollarme con quien tiene pareja. Pero no soy de frivolidades, no os confundáis. Más bien, soy joven en pleno caos de locura hormonal y abogo por la libertad sexual y por la igualdad de género. Y, aunque conversando, brille por su ausencia mi coherencia, prefiero que se hable siempre de mí, lo cual también eleva mi autoestima. Pero no os enamoréis aún…

¡Que no soy incongruente! La culpa es de los resúmenes…

Por supuesto, cómo no, tengo mi lado ”flowerpower”. No me gustan los conflictos; hasta tal punto que procuro evitar pronunciarme, salvo en la intimidad y contando con la complicidad de una amiga, claro está. En general soy muy idealista y me gustaría que se lograra la paz mundial, que se acabara el hambre en el planeta, y que todo el mundo mirara al firmamento y entendiera lo insignificantes y vulnerables que somos en la inmensidad del universo. Ya sabéis, ”haz el amor y no la guerra”. Pero yo, ni edredoning. Comeré chocolate, a ver si así…

Algunas veces, me siento un cero a la izquierda -efectos secundarios por haber sido objeto de burla en mi adolescencia- y, para evitarlo, me apunto a todas: si alguien ha hecho algo, yo también; si se estila ponerse piercing, me lo pongo… En definitiva, si alguien es guay, ése soy yo. Y para que quede claro, yo sí he conseguido hacer carpeta, en tiempo récord, y con una extranjera. Por si fuera poco, me he cortado la coleta, como Sansón, pero Dalila no me olvida. ¡Toma ya! ¿A que mola? Pues yo, más.

Perdón, me he venido arriba, del verbo venirse arriba…

Asimismo, me gusta defender las causas perdidas (pero con red de seguridad, sólo cuando noto el viento a favor), soy muy ”gourmet” eligiendo mis amistades y las defiendo a muerte y sin prisioneros. Forma parte de mi personalidad. Por defecto congénito, descubro fácilmente a los subiditos, a los hipócritas y a quienes juegan; porque yo y sólo yo estoy aquí (¡en dieciséis ediciones!) para vivir la experiencia, y porque yo soy así.

Ya me he repetido, ¡mecachis!

Hay facetas de mi personalidad que voy dejando atrás conforme maduro. Son las que no gustan, las que revientan, supongo, así que las voy desechando. Ésto también forma parte de mi encanto natural, que os vuelve loquitos por mis huesos. Porque yo soy un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, falso, malo, rencoroso, que no tiene… Uy, perdón, se me ha colado parte de un desecho.

Y, para terminar por donde había empezado, declaro bajo juramento que soy conocido como el tipo de la armadura, que guarda -y en ocasiones chuperretea- la llave del cinturón de castidad de su pareja con arduo celo y compromiso insólitos.

Dicho lo cual, he de reconocer que parezco reservado, aunque, en el fondo, soy más cotilla que la vieja del visillo.

Saludos de un servidor que no es contradictorio, sino paradójico, polifacético y simbionte; adjetivos que, aunque no sé lo que significan, suenan chachi piruli.

Fdo: El Confe, para los amigos calcetineros.

Padre, he pecado.

Padre, he pecado.

Postdata: Llegué tarde y nunca tuve posibilidades de ganar, pero he luchado. Mis representantes y T5 estarán orgullosos de mi concurso, porque he cumplido. Y sin embargo, saldré como un machista apestado. Gracias por citarme fuera de contexto. Sin embargo, el jueves, llegará mi momento. No os sorprendáis mucho con mi entrevista; en esta edición, nada es lo que parece y lo es todo a la vez.

Nota del ahutor: E contratao un negro pa que escriva mi vloj por la hortografía i tal… que to se pega salbo la ermosura!

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El Cisne Negro

Tras unos días de relativo retiro, he vuelto . Si, lo sé, dije que lo dejaba, pero gracias  al apoyo de esta gran  familia calcetinera decidí  reflexionarlo. Pero esto no podía ser solo un replanteamiento, tenía que ser algo más. Era necesario parar un minuto, aclarar las ideas y pensar realmente dónde estamos.

Tras la repesca la primera conclusión es que para dirección ya no hay límites y mucho menos escrúpulos. Están dispuestos a recurrir a todo lo que sea necesario para conseguir su objetivo, da igual el coste, reglas que se rompan y concursantes que se humillen. Todo eso ya no importa porque cueste lo que cueste lo harán.

A día de hoy tenemos un posicionamiento del programa a favor de Suso y Raquel, una repesca ad hoc para ella y  la persistencia por vender la historia de hamor berdadero inexistente.

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Por tanto surge la pregunta ¿Por qué este afán de favorecer a unos concursantes de manera tan extrema e insistir por una historia agotada?

Un detalle, la noche del martes Suso daba muestras evidentes de no querer tocar a Raquel ni con un palo, he ahí que desde miércoles (tras visita apropiada al confesionario) tenemos a un Suso con un nuevo registro, súper enamorado y dando besitos de caracol.

Yo tengo mis teorías y me las reservo, pero lo que si digo claramente que el argumento de que es lo que la audiencia quien lo pide y no hay otra cosa que ofrecer no se sostiene.

Por un lado reconozco que hay un seguidor susista y raquelista en un número importante, pero ¿hasta tal punto para condicionar el concurso? y esto… ¿cómo se contabiliza? Si  atendemos a los datos como las votaciones, esto supondría solo un 50% en el mejor de los casos, ¿Qué sentido tiene hacer un concurso para solo la mitad de la audiencia? Y por otro lado, hemos podido ver claramente que en la casa hay suficientes tramas ajenas a universo Suso y Raquel con  mucho potencial que el programa literalmente ha decidido ignorar.

No sé si son conscientes pero ellos mismos están llevando al programa a un futuro incierto, y si lo son, están demostrando que están dispuestos a correr el riesgo. Y vuelvo a preguntar ¿Por qué?

Soy karmista, bueno, en realidad tengo un visión muy personal del karma; básicamente si en tu día a día  haces las cosas bien el karma te recompensa, del mismo modo que si haces mal te penaliza.

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Por lo visto la dirección de Gran Hermano no solo insiste en hacer las cosas mal, sino que pretende con una manipulación sin precedentes que se les recompense. Si hay algo  que no le gusta al karma es que se le pretenda tomar el pelo, llegado  un punto acaba cobrándose su precio de una forma tan contundente como inesperada con un Cisne Negro.

En el siglo XVI se mantenía el pensamiento de que solo existían cisnes blancos por el mero hecho de que solo habían conocido cisnes con pluma blanca por lo que  se consideraba imposible la existencias de cisnes negros. He de ahí que en el año 1697 una  expedición a Australia descubrió lo imposible, cisnes negros, dando al traste con el dogma de la época.

De ahí surge la teoría del cisne negro. Según esta existen eventos no previstos que una vez ocurridos tiene un enorme impacto de imprevisibles consecuencias. A lo que era imposible, se le encuentra una explicación, quedando en evidencia que nunca se debió considerarlos como imposibles.

He ahí la clave, en realidad los cisnes negros en condiciones normales son eventos poco probables de que ocurran, lo que hace que la gente piense erróneamente que son imposibles. Ante esto se da la tentación de que se tomen decisiones, que hacen introducir elementos ajenos a los habituales que provocan que aumente la probabilidad de que se dé un visne negro mientras se siguen pensado que es imposible. Finalmente el cisne negro ocurre.

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Gran Hermano está jugando a un juego muy peligroso, una cosa es tomar un suceso simple y hacer una edición adecuada del video, añadir efectos de sonido, música apropiada y tenemos como resultado un video emocionante, épico o divertido. Eso sí es hacer televisión.

Lo que se está haciendo es algo muy distinto, pretenden vender una mercancía averiada y adulterada como de primera calidad, insistiendo en una manipulación desmedida y sin escrúpulos. Ellos sabrán lo que hacen pero acabarán teniendo un cisne negro.

Nosotros seguiremos desde aquí observando, disfrutando del verdadero Gran Hermano, burlándonos del Matrix que nos quieren vender y de la incompetencia de la dirección del programa.

Cuentan que en una gran reunión de Estado en Londres con la Reina Isabel II presente, un grupo de economistas y banqueros hacían un pormenorizado análisis de los motivos de la crisis del 2008. Tras terminar  la exposición, la Reina con esa magnanimidad que le da el cargo tomo la palabra y dijo: “Si el asunto estaba tan claro… ¿cómo es posible que no lo vieran venir?” a lo que la élite sonrojada no supo qué contestar.

Por el momento ayer tuvimos suerte y el karma puso las cosas en sus sitio por un momento y Amanda salió expulsada. La concursante no me desagradaba pero estaba contaminada por el universo Suso-Raquel. Por tanto para lo nuestro nos ha venido bien y espero que Raquel pronto se reúna con ella.

Disfruté de la gala y por primera vez tuve la sensación de ser una gala mas tradicional aunque la gracieta de los guionistas  nos robó el clímax de la expulsión.

La suerte también fue para Gran Hermano, solo ha actuado el karma, pero como sigan  jugando, tendrán su cisne negro.

Termino así como prometí mi reflexión. Me pongo en pie, cojo mi espada y avanzo preparada a prestar batalla a los demonios oscuros que nos quieren engañar y robar nuestro Gran Hermano.

Pd: estoy feliz por la simbiosis Sofía-Marta, ya tenemos a Milady.

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Extra bonus: Vídeos de una conversación entre Nied y Raquel, en una primera parte y luego la versión de esta misma conversación que le explica Raquel a Suso. Yo aún no los he visto pero parece que son como dos mundos opuestos. Las gracias hoy a Blindside  

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