Carroñeros

Lo ocurrido esta pasada noche en Gran Hermano es una puta vergüenza. Y es que no creo que haga falta ni explicar el tremendo despropósito que hemos vivido. Argi es una chavala de 20 años que a lo más parecido a una manifestación que habrá ido en su vida seguramente habrá sido un concierto de One Direction y que hizo una broma, desafortunada, sí, pero de la que se arrepintió al segundo.

Hasta aquí, en un país normal esto significa fin de la historia. Se pasa a otro tema y ancha es Castilla.

Pero en este país de locos, de envidias, de Lazarillos de Tormes, de dimes y diretes, la cosa no funciona así. Aquí se aprovecha cualquier resbalón para rebanar la yugular al menos pintado. El momento en el que uno cae es el momento en el que aparecen los carroñeros. Los iré enumerando, no por orden de importancia sino en orden cronológico, en una especie de timeline de cómo se ha llegado a este dislate.

• Los jodidos pirados y piradas de las putas plataformas. Gente que por su favorito ma-ta. Que quizás hace bromas mucho peores en su vida diaria pero que aprovecha esa providencial piel de plátano para sacar tajada, armar revuelo y poner al pie de los caballos a una concursante que ellos consideran su mayor enemiga. Y no entraré en si fueron wallistas, sumelistas o simplemente gilipollistas, ni pondré algunos tweets concretos de los que tengo captura para no caer en lo que precisamenente estamos criticando, que es montar un juicio sumarísimo de la nada. Simplemente constatar que hay mucho pirado con mala baba suelto, probablemente inconsciente de la transcendencia de sus actos y que GH es una enorme fuente de atracción para este tipo de personas. Solo espero que algunos se estén arrepintiendo de haber colaborado en hacer grande la bola.

• La AVT. El siguiente paso era que uno de estos pirados elevara las palabras de Argi a la AVT, esa asociación de algunas víctimas del terrorismo que propaga el discurso más ultraderechista de entre todas ellas y que pretende a menudo con éxito que se prohíban conciertos de Manu Chao, Fermín Muguruza o Soziedad Alkohólika por aquello del «todo es ETA». Y a esta asociación, sabiendo perfectamente la influencia que tiene a nivel político y mediático no se le ocurre otra cosa que –buscando obtener su cuota de protagonismo a cualquier precio– proponer, uno diría que sin contrastar las informaciones que les iban llegando, la expulsión inmediata de esa concursante, que, segun ellos, «pidió la vuelta de ETA».

Lo más curioso –avanzando en el timeline– es que a posteriori se desdicen afirmando que ellos nunca han acusado a Argi de hacer apología del terrorismo. ¿Cómo?

Para que al cabo de unas horas nos vengan con esto:

¡Quins collons! que decimos en catalán.

Pero prosigamos con nuestra lista:

• Mediaset. La responsable efectiva de la expulsión. Dicen las fuentes de confianza que en este caso ha venido todo impuesto desde arriba, probablemente del mismo Paolo Vasile. Dicen también los mentideros que hubo anunciantes que amenazaron con retirar su publi de T5 si no se expulsaba a Argi (¿pocos? ¿muchos? ¿algunos? ¿cuáles?) y también que no querían que se repitiera el caso La Noria. Pero es que no había caso La Noria, amigos. La gente con dos dedos de frente, que por suerte es mayoría, había ya entendido que se estaba haciendo una montaña de un grano de arena. Incluso los de la asociación anteriormente citada habían reculado y aceptado las disculpas de Argi. Las putas plataformas habían hecho lo propio y en el ánimo general se sobreentendía que el toque de atención que se le había dado a Argi –y sus posteriores disculpas– había sido más que suficiente e incluso excesivo.

Pero el señor Vasile se hizo caquita y prefirió asegurarse sus fuentes de ingresos a cambio de joderle la vida a una niña de 20 años que quizás cometió el error de entrar ilusionada en este circo y creerse aquello de La vida en directo y de olvidarse totalmente de las cámaras.

Aprovechando que hablamos de Mediaset, os recomiendo encarecidamente que no os perdáis el pròximo episodio de Vaya Semanita en la 7. Es cojonudo, en serio.

• Zeppelin. La decisión de expulsar a Argi no era suya pero no desaprovecharon la oportunidad de ofrecernos su expulsión en prime time. Los audímetros debieron volverse locos (ya veremos la audiencia de la previa en pocas horas) y Zeppelin, sabedora de que con Argi se iba una de las mejores bazas que aún conservaba el concurso debió pensar que de perdidos al río y al menos petémoslo en el Asómate que normalmente no pasamos ni del 11% de audiencia. La cara dura de estos tipos se vio refrendada cuando lo que tenía realmente interés, que era el canal de 24 horas y no la mierda de debate que en ese momento no interesaba a nadie, fue cortado súbitamente y nos mostraron ese ojo que todo lo ve y que nos impide a nosotros que veamos nada. Media hora a oscuras que nos fue hurtada en espera de si se debe explotar comercialmente o mantenerse en el olvido Ad æternum.

El vídeo de la expulsión, como siempre, en Somos un buen lugar, por si no lo visteis.

• La prensa amarilla. Vomitivo fue llegar a 13TV –avisado por un twitter, no consumo esa basura– y ver que estaban tratando el tema de Argi con un cartelón que venía a decir (lo digo de memoria y quizás no es exactamente textual): «Escándalo en GH: Una concusante de Gran Hermano afirma que fue a una manifestacíón a favor de ETA». Solo vi a un tipo jactándose de la expulsión de la vasca y diciendo que Telecinco lo había hecho muy bien. Si a estas horas mi cabreo creo que es bastante evidente, en ese momento que servidor estaba on fire no tuve estómago para más. Me limité a apagar la puta caja tonta y a cagarme en todo lo meneable.

Y hasta aquí los principales, que no únicos, carroñeros de la noche. GER los acoja en su seno.

Y un aviso a navegantes: una carroñería no se quita con otra. He empezado a ver tweets alarmantes sobre que si los gemelos dijeron no sé qué de Marta del Castillo y me parecía estar volviendo a vivir la misma pesadilla. Quizás todo empezó con la estupidez aquella de intentar meterle un puro por lo penal a Desi, la ladrona o quizás con la estrafalaria expulsión de Danny. En perspectiva todo se ve más claro y más absurdo a la vez. Volvemos a lo mismo de antes, si queremos la vida en directo, respetemos la vida en directo, que es la que está repleta de memeces, simpas en los bares y chistes de mal gusto.

Hoy para mucha gente ha acabado Gan Hermano. Yo la verdad es que seré ahora mismo un acojonado 12+1 y no quiero mojarme en caliente ni sobre si seguiré viéndolo ni sobre cuál será el futuro de este blog. La verdad es que dan ganas de enviarlo todo a la mierda pero no es menos cierto que es un formato –al margen de sus carroñeros gestores– que me apasiona desde el primer día de emisión.

De buenas a primeras hoy he decidido tragarme el principio del debate y lo que ha dado de sí el 24 –ojo incluído– a través de una página ajena a Mediaset como es telezap.in. Sé que es una rabieta casi sin efectos en las audiencias (solo lo sería si tuviera un audímetro en casa, aunque la de Mitele sí la pierden) pero como decían los siempre grandes Kortatu: «aunque esté todo perdido siempre queda molestar».

Sed muy malos y soñad con los diablillos.